Hoy os voy a hablar un poco del Libro Blanco de la Profesión Docente.
Aunque claro, lo primero es saber lo que significa. Un Libro Blanco es un documento técnico en el que se recoge información sobre un tema determinado, y su principal objetivo es ayudar a los lectores a comprender ese tema y, si es posible, tomar alguna decisión al respecto; estos lectores pueden ser tanto cualquier organismo público como la población general.
En el caso del Libro Blanco de la Profesión Docente, fue encargado por el Ministerio de Educación del gobierno de turno que había en España en el año 2015 al filósofo José Antonio Marina, y el objetivo de su redacción era que se pudiera lograr un pacto educativo entre todos los partidos políticos que existen en el país.
En este Libro Blanco se proponen un total de 20 propuestas que tratan temas muy variados, por ejemplo, cómo hacer para que el centro sea el principal agente educador, cómo hacer más atractiva la profesión docente o cómo gestionar el cambio educativo. Pero a pesar de todo lo que se propuso en este Libro Blanco, este propuesta no salió adelante.
Si tuviera que destacar una propuesta de todas, sería la número 7, pues me parece muy interesante y todo un acierto que, cuando se terminen los estudios de Grado, el proceso de formación se haga mediante el modelo de Docentes en Prácticas (o DEP como lo menciona en el Libro Blanco) y que se divida en dos fases: la primera que sería un curso teórico-práctico y la segunda sería un ejercicio docente que se realizaría en un centro educativo y que duraría dos años. Pienso que es una de las propuestas a las que más partido se le puede sacar y que ayudaría mucho a formar profesores con unos conocimientos más amplios.
Ya para terminar con esta entrada, creo que la idea de redactar este Libro Blanco de la Profesión Docente fue buena pero no se supo hacer bien. Desde hace años, y por desgracia, la educación en España está muy regida por el Gobierno, a la vista están todas la Leyes de Educación que han existido desde los años 90 del siglo XX, y parece que si el gobierno de turno, independientemente de su ideología, indaga en temas de la educación, el resto de partidos se va a imponer a ello. También pienso que este Libro Blanco debería haber contado con muchos más autores, mínimo uno de cada especialidad junto con maestros de Educación Infantil y Primaria, y no solamente con un filósofo, y así podría tener un mejor efecto en la vida estudiantil de los escolares.
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